Canadá está abriéndole las puertas a la inmigración para compensar la escasez de mano de obra presente en su territorio. Dicha escasez se debe a dos motivos principales: El envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad.
Según el censo de 2021, de 2016 a 2021, la cantidad de niños menores de 15 años creció a un ritmo seis veces más lento que la cantidad de personas de 65 años o más. Además, el porcentaje de personas de 65 años o más en Canadá ha ascendido a 7 millones, lo que representa un aumento del 18,3 % entre 2016 y 2021. Este grupo de edad de canadienses representa ahora el 19% de la población total.
Esta realidad indica que la población de Canadá está claramente envejeciendo rápidamente.
Ahora bien, a la preocupación que rodea las tendencias a la baja en el crecimiento natural de la población canadiense se suma la realidad de que la tasa de fertilidad de Canadá está por debajo del nivel de reemplazo de la población.
El nivel actual de reemplazo de la población se sitúa en 2,1 hijos por mujer. Siguiendo una tendencia que ha continuado de manera constante desde 2009, la tasa de fertilidad de Canadá ha disminuido constantemente con el tiempo, alcanzando un mínimo histórico de 1,4 hijos por mujer en 2020. En 2020, Canadá también experimentó el número más bajo de nacimientos desde 2007.
Debido a esto, Canadá necesita de la inmigración para que el país prospere, y pueda ver un desarrollo y crecimiento económicos continuos.
Los habitantes de un país son los que impulsan el gasto y el consumo nacional, para lo cual cada país requiere una fuerza laboral fuerte para garantizar una producción constante de bienes y la prestación de servicios. Una población débil y la falta de mano de obra limitarán la producción y el gasto posterior, lo que es perjudicial para el bienestar económico de un país.
Es por esto que, el gobierno ha estado trabajando fuertemente en sus programas de inmigración en los últimos años, lo que ha conllevado a que actualmente, la población inmigrante catalogada como: «las personas que fueron, o alguna vez fueron, inmigrantes terrestres o residentes permanentes en Canadá”, representan el 23 % de la población total de este país. La proporción más alta registrada desde la Confederación en 1867.
Gracias a esto, casi el 80 % del crecimiento de la población del país durante el último período de informe del censo (+1,8 millones entre 2016 y 2021) “fue atribuible a los recién llegados a Canadá, ya sea como inmigrantes permanentes o temporales”. Durante ese tiempo, la población de Canadá “creció… casi el doble de rápido que otros países del G7”.
Este crecimiento de la población impulsado por la inmigración ha sido significativamente beneficioso para la fuerza laboral de Canadá, como lo demuestra el hecho de que los inmigrantes en este país representaron el 79,9 % del crecimiento de la fuerza laboral nacional entre 2016 y 2021.
Según las proyecciones de población de Statistics Canada, si las tendencias demográficas actuales continúan, “los inmigrantes podrían representar [en cualquier lugar] del 29,1 % al 34,0 % de la población de Canadá para 2041”.
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