El Parlamento canadiense confirmó a principios de este año el interés de, para 2021, ampliar la población de inmigrantes, recibiendo 330 mil nuevos residentes en 2019, 341 mil en 2020 y 350 mil en 2021, contemplando vacantes para trabajadores, familias y refugiados! Según el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Ahmed Hussein, «la afluencia ayudará a compensar el envejecimiento de la población y la tasa de natalidad en declive, mientras que aumenta su fuerza de trabajo».
Esta es una postura que se destaca en el escenario global, en la contramano de la onda anti-migratoria, ya que otros países del primer mundo, como Estados Unidos, por ejemplo, han adoptado políticas más restrictivas con el paso de los años.
A principios de 2017, Canadá registraba 7,5 millones de inmigrantes viviendo de forma permanente, cerca del 22% de su población. Entre las provincias que más reciben nuevos residentes, Ontario se destaca, con 112 mil registros en 2017. En cuanto a los brasileños, 40 mil ya conquistaron la tan soñada ciudadanía.
Un cuarto de la fuerza de trabajo de Canadá estará jubilado en los próximos diez años, resultando en disponibilidad de vacantes, que están directamente relacionadas a oportunidades para quien desea inmigrar en la condición de «trabajador cualificado». Además, los refugiados también tendrán una atención especial: 5,6 millones de dólares serán invertidos en iniciativas de reasentamiento en todo el territorio canadiense.
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