Los intercambios familiares ofrecen una oportunidad única para que los adultos mejoren sus conocimientos lingüísticos y proporcionen una experiencia enriquecedora a sus hijos.
Los padres asisten a clases específicas para adultos, mientras que sus hijos asisten a clases en escuelas públicas adaptadas a su grupo de edad, ya sea en una escuela inglesa o francesa. Además de aprender, la familia comparte momentos inolvidables, reforzando los lazos afectivos durante este viaje de aprendizaje y descubrimiento.